El diputado quilmeño por el FPV dijo que "así como vamos, vamos muy mal" apuntando a la gestión Gutiérrez. Además consideró que hay una necesidad de diálogo imperiosa, apreciando el mensaje de las urnas.
Daniel Gurzi ha regresado a la Legislatura Bonaerense, pero también conservará responsabilidades en el área de Producción. El quilmeño analizó la apertura a diálogo, el mensaje de las urnas del 28 de junio y la actual gestión municipal quilmeña.Y por estas horas, la agenda marca tiempos de café y algo de paciencia para oficialistas, opositores y sectores empresarios. Según Gurzi: “la política siempre es diálogo. Lo que se malinterpretó el año pasado es que un gobierno recién surgido del mandato popular, tras haber planteado políticas de estado al sector agropecuario se encontró –como respuesta- con manifestaciones callejeras, cortes de ruta y otros incidentes..Lo que se defendió con la resolución 125, refiere a un mandato popular, que eximía de tener que sentarnos a una mesa cada vez que se debía tomar una decisión de esas características. Tanto la Presidenta como el entonces Jefe de Gabinete y todos los involucrados en este grupo político, abrimos el debate como correspondía y asumimos la derrota legislativa con el voto no positivo de Cobos (Julio). Ahora mas que nunca es necesario remontar ese diálogo, haciendo una lectura del resultado electoral, por sobre todas las cosas en la Provincia de Buenos Aires. Donde tuvimos una derrota por poco margen, pero derrota al fin.
-¿Y cómo será su labor ahora que retornó a la Legislatura?-
Hay un pedido expreso del gobernador Scioli para atender a las demandas de todos los bloques de la oposición. Algo que siempre se hizo, pero que ahora debemos prestarle suma atención dado que la Coalición Cívica y el PRO obtienen en diciembre una cantidad de bancas importante lo que hace necesario al Frente para la Victoria tenga que encontrar posiciones en común a los grandes temas de la Provincia.Esto sin desmedro de entender que quien gobierna es Daniel Scioli y que quién toma las principales decisiones en nuestra área es la Presidencia de la Cámara de Diputados. Aún así no podemos dejar de reconocer que el mapa político bonaerense ha cambiado y que para poder sesionar tenemos que encontrar posiciones comunes.
-En su experiencia pública las responsabilidades han abarcado hasta una designación como interventor en Santiago del Estero. Tuvo que colocar ”Curitas” para heridas muy graves. ¿Qué espera ahora?-
De acá a fin de año voy a colaborar con el Gobierno Bonaerense, asumí el compromiso para ayudar desde la secretaria de Producción cuando fui convocado por el ministro Martín Ferré para ocupar una subsecretaría de Pymes, microempresas, cooperativas y mutuales. Y voy a continuar con mi tarea como legislador también.El 31 de agosto vamos a estar en Saladillo, donde gobierna un radical, quién obtuvo un triunfo rotundo en las urnas. Se trata del intendente Gorosito, titular de la UCR a nivel provincial, vamos a inaugurar una dependencia de la Unión Industrial Bonaerense allí.Por eso creo que no todo es pegar “Curitas” como usted dice. Pero sí a trabajar con sectores sociales como en el caso que le mencioné. Incluso con quienes mantuvimos polémicas en algún momento sobre la gestión de gobierno.Este es un momento para cerrar filas y mostrarle a los vecinos bonaerenses que los poderes Ejecutivos y Legislativos, a 14 millones de personas, que tiene que haber una agenda para atender los problemas mas importantes, una vez superado el acto electoral.Uno de esos temas a solucionar es atender al empleo, crear más puestos de trabajo, más allá de quien gobierne la ciudad. Nosotros desde nuestro lugar vamos a hacer lo imposible para que se mantengan los indicadores económicos y si es posible mejorarlos. De manera tal que las inversiones vengan a la Provincia, que encuentren un clima propicio, ordenanzas, legislación provincial en ese sentido.
-Mirando a Quilmes y aún recordando que Perón alguna vez aconsejó “desensillar hasta que aclare”, es inevitable en política mirar a 2011…-
Tengo una definición muy clara. Voy a presentar mi candidatura a intendente quilmeño. Para eso quiero ofrecerle a la ciudadanía un plan de trabajo elaborado barrio por barrio, zona por zona, basado en las características que tiene un distrito como Quilmes. Porque si usted me dijera que el actual gobierno municipal cumple con creces todos los deseos de la sociedad quilmeña, quizás correspondería hacer un compás de espera ya que gran parte de las expectativas de la gente están cumplidas. Ahora, mirando a vuelo de pájaro nuestra ciudad nos vamos a encontrar con las 42 unidades sanitarias desabastecidas, tanto en insumos como en cuanto a profesionales. Mientras tanto un Intendente que da vueltas por la periferia, con un trailer de salud, atendiendo operativos como si estuviéramos a mediados del siglo XX, en lugar de estar a principios del XXI. Delegaciones municipales que en la década del noventa supieron estar equipadas y dando respuestas a las necesidades de la gente, están desmanteladas.Hace más de un año que no se ve, que no se sabe de un simple trabajo de tomado y sellado de juntas en las calles quilmeñas, para mantener los pavimentos que tanto le costaron conseguir históricamente a miles de vecinos.Me da la impresión de que hay un gobierno municipal que no entiende que hay que ordenar el tránsito de Quilmes, definitivamente, en el centro, reordenar la circulación de los micros, hay que definir a conciencia el tema de los edificios de altura, si sí o si no. En forma ordenada, con consensos con la sociedad. Porque venimos arrastrando suspensiones de construcción que data del 2007.Con esto quiero decir también que las áreas de Salud, Servicios Públicos, Tránsito están con total indefinición con respecto al sueño de miles de quilmeños. No hay alternativa, hay que salir a buscar acuerdos con los principales actores sociales y políticos.Hay que hacerlo, lo estoy haciendo con mucha más energía será a partir de agosto. Cuando uno plantea esto con dos años de anticipación parece apresurado, pero no es así, porque esta actitud significa poder decirle a los vecinos cuál es nuestra aspiración, la propia, la del grupo político que nos acompaña. La agrupación Jauretche que conduce el actual jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el senador bonaerense Federico Scarabino o la presencia y experiencia del actual ministro de Gobierno Provincial, Eduardo Camaño.Hoy, a un año y ocho meses de no se puede, no se quiere o no se sabe cómo encarrillar esos temas. Tuvimos una derrota muy clara en las elecciones en zonas Quilmes Oeste, Este, La Colonia, Bernal Centro, Quilmes sur, Ezpeleta. Y está claro que no podemos sostener una ciudad pensando en con legitimidad electoral en la periferia. Cuando se gobierna hay que contemplar a Quilmes desde el barrio Los Eucaliptos, a Gabi 1ro, en Bernal al límite con Lomas de Zamora o nuestra Ribera. Tenemos que decir basta de sentir vergüenza ajena al caminar por Ezpeleta, donde los vecinos añoran ser atendidos en la Unidad Sanitaria Sábato de Berazategui, basta de escuchar a otros vecinos que elogian a las gestiones de Almirante Brown, Varela, Berazategui, y no saben cuál es el rumbo de la gestión municipal quilmeña.Sería un pecado quedarnos de brazos y no construir una alternativa.Si luego de estos dos años, con una propuesta acabada de gestión, aparecen otros hombres y mujeres en las mismas condiciones estoy dispuesto a sentarme y discutirlo. Usted me lo pregunta hoy y le digo, voy a ser candidato en 2011 para recuperar la calidad de vida que los quilmeños.supieron tener.
-¿Lanzamiento en tiempos de diálogo entonces?-
Siempre busqué el consenso, cualquier persona que tenga la intención de dialogar me va a encontrar dispuesto a sentarme a una mesa. Ahora, a lo que no me puedo resignar a la luz de las urnas del 28 de junio, es a considerar que la opción al intendente Gutiérrez (Francisco) y al Frente para la Victoria sea más de lo mismo con Gaudio (Roberto) y Villordo (Sergio)…La propuesta del PRO, en un retroceso, no sólo institucional. Las ciudades buscan un futuro dónde se pueda vivir mejor. Creo poder interpretarlo y para eso voy a caminar la ciudad, si aparecen otros nombres, será el consenso o las urnas las que determinarán quién será el candidato.Lo que tengo que decir hoy es que así como vamos en Quilmes, vamos muy mal. No hay rumbo de gestión municipal, no hay presupuesto, está desbordado. Hay nombramientos de familiares y amigos por el área que usted quiera encontrar.Hay superposición de funciones entre direcciones y secretarías, multiplicaron el organigrama por dos o más en un año y ocho meses de gestión.Vamos mal si consideramos los municipios vecinos, si analizamos el mapa provincial o nacional. Eso tiene que ver con equilibrio fiscal, la política de no endeudamiento, la calidad de los servicios públicos. Basta considerar la prensa de los últimos 15 días, hay reclamos simples, para tener las calles en buen estado, para tener las lamparitas prendidas de noche y apagadas de día.Frente a esto algunos podemos contentarnos con ser espectadores o pensar que el rumbo se puede cambiar. Yo elijo esa posibilidad, el rumbo se puede cambiar, no volver a lo que ya sufrieron los quilmeños, a la propuesta del PRO.Hay que salir a buscar los hombres y mujeres que se sienten conducidos e interpretados por esos referentes quilmeños, que tienen en esas estructuras muchísimos cuadros políticos y técnicos para apostar al crecimiento de esta ciudad.
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