12.11.12


Para el 11 de noviembre de 1951 estaban previstas las elecciones presidenciales. Esa misma fecha las mujeres votaban por primera vez. La ley 13.010 sancionada el 23 de setiembre de 1947 significaba la incorporación de las mujeres a la vida política con la posibilidad de elegir y ser elegidas. Fue producto de la intensa militancia de Evita y sus delegadas censistas a lo largo y a lo ancho del país.
El 22 de agosto, día del Cabildo Abierto, desde un palco preparado especialmente sobre la avenida Nueve de Julio y Belgrano, tuvo el carácter de una verdadera asamblea popular. Abrió el acto José Espejo exponiendo el anhelo de la clase obrera de llevar en la próxima elección presidencial la fórmula Perón-Evita, ante más de un millón y medio de trabajadores y sus familias. El pueblo interrumpía al orador y no lo dejaba hablar reclamando la presencia de Evita. Perón es advertido en el palco de la presencia de su esposa. Los funcionarios, dirigentes políticos y gremiales que se encontraban junto a él, dejaron paso a Evita, y cuando el pueblo la vio allí parada, casi sorpresivamente, estalló en un grito estruendoso.
Dos fechas inseparables, un destino. Esas fechas indicaron no sólo la decisión personalísima de Eva, también señalaron un modo de ser y estar en la política. Una ética peronista.
Su actitud y sus palabras fueron una guía de acción para la militancia de varias generaciones de peronista quienes cumplieron sentidamente con el mandato de la Compañera: “ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria”.
SECRETARÍA DE COMUNICACIÓN
CAUSA POPULAR-KOLINA BRANDSEN

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